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Sueños

¿Quién no ha tenido sueños alguna vez? ¿Quién no se ha movido para conseguirlos? ¿Quién no ha removido cielo y tierra para convertirlos en realidad? Todos hemos tenido sueños que perseguir, anhelos que vislumbrar y nuevos horizontes que trazar, siempre dirigidos por resortes invisibles, que nos invitan a seguir soñando, mientras caminando. Y cada persona, tiene su propio sueño.
 
Porque el camino se hace al andar y los sueños no vienen llovidos del cielo. Cuando era joven, repleto de osadía y no falto de una mente fantasiosa, propia de la adolescencia, escribí un poema dedicado a mi sueño, un sueño juguetón que al abrir los ojos se perdía, pero yo, indolente y perezoso, no hacía nada por perseguirlo. Algunas estrofas dicen así:


Y vuelvo a soñar, entreabierto
los ojos, para coger a mi sueño,
que juguetón se ha pedido,
entre rincones y cuentos.
 
Lo persigo y se me escapa,
al cogerlo lo pierdo,
entremetido en las sábanas,
dormido, pero no quieto.

Y si el dormido me hago,
siento de cerca su aliento,
salto para atraparlo
y se me escapa, el muy travieso.
Y me embriago de estrellas
en la cama, cuando duermo,
que si el soñar me da alas,
despertar me da miedo,
porque cuando abro los ojos
es cuando en verdad lo pierdo.

Los pies en el suelo, pero siempre caminando

Con aquel poema, hace años escrito y con otra mentalidad, no quiero decir ahora que los sueños no se puedan hacer realidad, ni mucho menos. Los sueños no se consiguen en la comodidad de la cama, eso es seguro. Los sueños hay que perseguirlos, construirlos, que nazcan  de nuevo y se rehagan, porque eso es la energía que mueve al mundo, lo que lo hace avanzar. 
¡Y claro que cada sueño tiene una pizca de fantasía, osadía y atrevimiento!. Muchos dicen que los sueños, sueños son y que no se cumple aquello que soñamos, ni se hace realidad. Opinan que los proyectos deben ser tangibles, realistas y que no salgan de nuestra zona de confort. En algunos aspectos, discrepo.
 
Magallanes en su proyecto ¿tangible? de dar la vuelta al mundo ¿fue un loco o un soñador intrépido? ¿Y Leonardo Da Vinci con sus máquinas voladoras «realistas»? ¿Y Cristobal Colón con su viaje «fantasioso» para llegar a las Indias, en aquella época tan oscura? ¿Y Fleming con la penicilina? ¿Y Carolina Marín? ¿Y Ana María Cobano? ¿Y Teresa Perales? ¿visionarios de manicomio? Más bien soñadores que salieron de su zona de confort y se pusieron  manos a la obra para conseguir hacer realidad sus anhelos. 
 
Pero lo cortés no quita lo valiente y es apropiado aconsejar cordura en estos términos. Siempre, a pesar de la euforia que sentimos, debemos ser muy prudentes y no volvernos locos a la hora de hacer planes o soñar con las estrellas.  A la larga, la vida te hace poner los pies en el suelo e ir con más tacto, caminando por el sendero que te ha tocado transitar. 

La vida es un barco en medio de un océano enorme, con multitud de circunstancias diferentes, y depende de cómo soplen los vientos, tu nave te llevará a un destino u a otro. Tu podrás mandar sobre tu barco, los instrumentos y la impedimenta, pero no sobre esos vientos. Pero de una cosa estoy seguro: la tempestad te hará más fuerte y el temporal puede que te desvíe de tu rumbo, pero puede mostrarte otros paisajes desconocidos. Lo importante de todo es seguir navegando, pase lo que pase. 
 
alex wong
Alex Wong

Si quieres, puedes conseguirlo

Soy de la opinión que «si se quiere, se puede», porque todo es cuestión de voluntad, esfuerzo y entusiasmo. Y los sueños que tengamos (familia, hijos, proyectos, empresa, viajes, pintar un cuadro, piloto de aviones, descubrir la vacuna oportuna o conseguir un empleo apropiado) dependerá de tus pasos, de tu iniciativa y tu proactividad. Y también de los vientos externos que te hagan variar el rumbo o naufragar. La cuestión es levantarse, aprender del rumbo trazado, de los errores cometidos y siempre seguir adelante.
 
Empieza a subir peldaños, poco a poco, con la valentía en tu frente y la energía en tu mirada. Estudias las posibilidades reales, los senderos y atajos, tus fuertes y debilidades, tus oportunidades y obstáculos. Todos suma para conseguir llegar a la cima de tus propósitos. Pero lo dicho: sin movimiento, no hay camino, sin actitud proactiva, no hay nada. 
 
Tienes que creer en ti, con todas tus fuerzas, pero tienes que ponerte en marcha, caminar, luchar, esforzarte y buscar soluciones. Nada te vendrá regalado así que tienes que construir los caminos oportunos para que esos sueños, al final, se cumplan. ¿Eres un soñador perezoso? o, por contra ¿eres un intrépido aventurero que disfruta de la vida y quiere cumplir sus proyectos? Atrévete, disfruta del trayecto y lucha por lo que crees. 
 
joe beck
Joe Beck