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Sólo bastó un clic

Sólo bastó un clic,

un segundo, un suspiro,

un instante en el visor,

una mirada,

un simple latido.

 

Sólo bastó la imagen,

la caricia, el murmullo

para captar tu belleza,

la eclosión sublime,

y la pureza.

 

Sólo bastó el detalle,

el guiño, tu sonrisa,

en el objetivo de buscarte,

a solas, con el viento,

en el zoom que me entregaste.

 

Sólo bastó el desaire,

el desdén de tus ojos,

el instante de mirarte,

para plasmar sin bagajes,

la sombra de mis despojos.

 

Y el obturador dispuesto,

en la milésima oportuna,

para percibir tu reflejo,

motivo de mi locura,

en la esencia de mi espejo.

 

Sólo bastó una brisa,

un leve enfoque de tu rostro,

un sutil movimiento,

y una luz en el prisma

para camelarme por entero.

 

Y te percibe la lente,

en el diafragma de mi pecho,

para caer del todo rendido,

ante tu vivo retrato,

dando sentido a mi camino.

 

Pues sólo bastó un clic,

una foto, un negativo,

sólo bastó encuadrarte

para disparar mi alma al instante

y ser de tu amor cautivo.