Seleccionar página

Cree en ti con todas tus fuerzas

Jiddu Krishnarmuti, filósofo hindú, solía decir: «La religión de todos los hombres debe ser la de creer en sí mismos»y no le faltaba razón ya que mucho de nosotros adolecemos de esa falta de fe en nuestras posibilidades, en nuestro potencial, centrándonos sólo en nuestros fallos, defectos y faltas. Todo eso lastra nuestra desarrollo y la consecución de nuestros objetivos.

¡Claro que todos tenemos grietas! ¡Nadie es perfecto! Lo bueno de esa autoconfianza, tan débil en muchos casos, es que procuraremos potenciar los factores positivos y sacar partido a  los negativos, porque es posible que al final creemos belleza de esos vacíos.  Aunque seas una vasija agrietada, ¡vales mucho! ¡Créetelo!.

La vasija agrietada

Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros.

Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente. Desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.

Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole:

  • Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir

El aguador apesadumbrado, le dijo compasivamente: –

  • Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino

Así lo hizo la tinaja. Y en efecto, vio muchísimas flores hermosas a lo largo del trayecto, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.

El aguador le dijo entonces:

  • ¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino?


Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Madre. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza.”

Moraleja:

Ninguna persona es perfecta pues Todos tenemos defectos, debilidades y fracasos, y debemos sacar provecho de todos ellos, pues nunca debemos sentirnos menos o más que otros, porque todos tenemos una meta que cumplir, un trabajo que hacer y un destino al que llegar. Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas; superarlas implica un trabajo personal profundo y comprometido hacia la superación, hacia el mañana más luminoso, repreto de entusiasmo y alegría.