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Rescatado del Olvido

Siempre habrá figuras y personajes que rescatar del olvido, destacar considerablemente o elogiar convenientemente por su papel relevante en la historia de España. Hace poco visité la villa de Oropesa en Toledo y quedé maravillado ante el magnífico castillo y su grandioso palacio, hoy Parador Nacional de Turismo. Pero sobre todo quedé encantado al descubrir  a Francisco de Toledo.

Leyendo los azulejos conmemorativos y toda clase de placas homenajeándolo pudo comprobar que tiene Francisco de Toledo tiene enjundia, contribuyó enormemente a construir el nuevo mundo y puso los cimientos de la cultura occidental. Lógicamente habrá quien le tilden explotador de indios e, incluso, de genocida (hoy está a la orden del día. Digo yo que si hubiesen llegado los ingleses otro gallo hubiese cantado pues la población indígena hoy sería poco menos que escasa) pues los amantes y seguidores de la leyenda negra (sobre todo españoles) persiguen todo lo español, todo lo que huela, sepa, suene o resuene a España. Y eso es lo que tenemos. 

Si fuese un personaje francés, inglés, holandés o americano ya habrían hecho muchas películas sobre él, escrito libros y brindado homenajes, pero como es español es dingo de la furia de muchos, las críticas y foco de la leyenda más negra y mentirosa jamás inventada (y manejada convenientemente en la actualidad).

Un adelantado en las Indias

Poco se verá de Francisco de Toledo en los medios y en los libros, tan solo en su pueblo de Oropesa, donde reposan sus restos (en la Iglesia de Ntra. Sra. De la Asunción), se le respeta, se le conoce y se le quiere. Yo quiero hacerle mi pequeño homenaje simplemente mencionando sus logros.

Resulta que, según reza el azulejo del palacio, y tras revisar varias notas bibliográficas, Francisco de Toledo fue camarero mayor de Carlos V y doce años Virrey del Perú. Para la mayoría de los historiadores fue el más importante de los Virreyes del Perú, para otros, como digo, fue un tirano. Pues bien, en su haber destacan la ordenación de aquellos territorios, la fundación de ciudades como Oropesa, Cochabamba, Tomina y Tarija y la reconstrucción de Santa Cruz de la Sierra.  Además dios por tres veces mandato a los gobernadores del Tucuman de erigir pueblos en Salta y Jujuy, los que con el tiempo se llegaron a fundar.

Organizador supremo de un enorme virreinato, puso los cimientos de una adecuada estructura legal, afianzando importantes estructuras indianas, bajo las cuales giró la administración del país durante 200 años. Además protegió a los naturales, dictando ordenanzas humanitarias que se conservaron mucho tiempo.  Procuró el bien de los territorios, dotando de medios materiales y administrativos apropiados y leyes generosas. 

Juzgando la historia

Eso y mucho más, amén de engrandecer a su pueblo natal, hizo Francisco de Toledo. Algunos, enemigos de todo lo español, lo tacharán como el gran tirano de los indios, al explotarlos de forma exagerada o, incluso al tergiversar la mita minera del imperio inca. Detalles que se magnifican para hacer sangre, esbozos que se juzgan con los ojos de hoy, pues es muy fácil juzgar hoy lo que paso hace 500 años. 

Incluso hay quien dirá de él que fue un asesino al mandar ejecutar al último inca de Vilcabamba, Túpac Amaru, pero de eso nadie está a salvo. Hoy solo quiero recordar a otro personaje fundamental, a otro, entre muchos, que contribuyeron que España fuese el imperio más poderoso del mundo, llevando la cultura occidental al virreinato de Perú, fundando ciudades y organizando administrativamente una gran territorio.

Francisco de Toledo, uno más de esta pequeña nación que llevó la cultura occidental por todo el mundo, una pequeña nación que tanto hizo y tanto territorio dominó.  Uno de tantos españoles, emprendedores y aventureros que contribuyeron a dar lustre a su patria.  Hombres y mujeres protagonistas de la historia y a los que tanto le debemos. 

Seguiré escarbando en la historia y sacando a la luz personajes que merecen ser reconocidos y enseñados.  Vamos haciendo camino¡¡¡