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¿Qué celebramos realmente en Navidad? ¿Sabemos qué significa? Navidad proviene del termino latino “nativitas”, que significa nacimiento y efectivamente es un periodo del año, al comienzo del invierno, donde millones de personas en el mundo (generalmente cristianas de todas las congregaciones e iglesias) celebran el nacimiento del niño Jesús. Un acontecimiento grande para la humanidad, significativo por lo todo lo que conlleva y por los mensajes que nos deja. 

En base a eso siempre conmemoramos la Navidad con reuniones con toda la familia y los amigos, regalos (de Papa Noel o los Reyes Magos), recuerdos del ayer, sabores de antaño, alegría por los que están y memoria hacia los que nos dejaron; agradecimiento, esparcimiento y un ambiente distendido que la fecha lo merece.

También, generalmente, hacemos propósito de enmienda y nos ponemos objetivos en estos días. Abrimos nuestros corazones e intentamos ser mejores personas, más amables, más sonrientes, con mayor entusiasmo y cordiales para con los demás. Intentamos poner un grano de arena para borrar la niebla de la desidia y arrimamos el hombro para ayudar a los necesitados. Como vemos son bondades de un espíritu que vienen dadas por la buena nueva, por la noticia de un nacimiento, por la gloriosa venida del Niño Jesús. Sí, siempre intentamos ser mejores pero esas intenciones se esfuman, desgraciadamente, demasiado pronto.

En este terrible año bisiesto, que está a punto de terminar, hemos sufrido lo indecible, hemos estado confinados, con miedo, sintiendo la cercanía de la enfermedad, viviendo con impotencia la muerte solitaria y triste de seres queridos y amigos. Hemos sentido dolor y rabia, desasosiego y apatía, amén de que seguimos haciendo enormes sacrificios por salir del atolladero. Pero también hemos buscado la luz, hemos luchado contra el encierro, hemos jugado en familia, hemos cultivado la imaginación y hemos aplaudido a los valientes héroes y heroínas que, literalmente, se han dejado la piel luchando contra el maldito virus. Hemos aprendido a ser algo más humanos y mirar por los demás, siendo solidarios en el esfuerzo y en la entrega.

Por eso abogo en seguir así, y ese es mi deseo para estas fechas y para el año que comienza. Vienen momentos duros, tanto a nivel sanitario como económico, y nos tocará arrimar el hombro, seguir ayudando al necesitado, aportar nuestro grano de arena, aplaudiendo a los profesionales y mostrando cordura en nuestros actos y bondad ante los desfavorecidos. Nos tocará seguir demostrando nuestro espíritu navideño, nuestra buena fe, asi como hacer extensibles los buenos propósitos y seguir creyendo en la esperanza.

Y sí, este año, a pesar de todos los tropiezos y cicatrices, de nuevo llega la Navidad y debemos celebrarla, aunque sea de otra forma. En esta época tan entrañable, ahora más que nunca, nos toca ser coherentes y responsables. Nos toca sembrar sentido común y cautela para recoger futuras navidades como antaño. De nosotros depende seguir con esos propósitos y deseos navideños, pues de nosotros depende que se recupere, más pronto que tarde, la senda de nuestra vida.  

No seamos como el señor Scrooge, en la genial obra “Cuento de Navidad” de Charles Dickens; no seamos avaros en el tiempo que nos ha tocado vivir, ni egoístas ni tacaños con los gestos solidarios. Recordemos el fantasma de las navidades pasadas con alegría y nostalgia, con sentimiento y alegría; vivamos, tal y como lo aconseja el fantasma de las navidades futuras, con mesura y cautela ante posibles rebrotes; y luchemos por recuperar la senda, tal y como lo indica el fantasma de las navidades futuras, codo con codo, todos juntos, con paso firme y decidido, ayudando, con actitud positiva y solidaria, para vivir, en el día de mañana, las navidades que anhelamos, rodeados de nuestros seres queridos.

Os deseo lo mejor para estas fiestas y para el año que pronto comienza. Y lo mejor es SALUD Y ENTUSIASMO para seguir caminando y ayudando a los demás. Que la Luz del Niño Jesús, que nació en Belén, nos ilumine y nos llene de Esperanza. Y recordad, la vida es un regalo así que no paséis por ella de puntillas.

¡FELIZ NAVIDAD!