Robé un beso furtivo
en el jardín de los desvelos
y hoy me siento cautivo
por mantener los anhelos,
por mostrarme tan efusivo
y por ver de cerca los cielos.
Y prosigo con el cultivo
de las rosas y los señuelos,
por aquel ósculo altivo
que confortó mis duelos
y me brindó el motivo
para quebrar los hielos.
Me gusta mucho lo que publicáis
Gracias Marita de corazón por tus palabras y me alegro de que te guste. Eso me invita a seguir escribiendo. Un abrazo